En su momento había realizado un cálculo sobre las personas que podrían descender desde Benito, primero en tener este apellido hace casi dos siglos. Pero primero en mi linaje, pues como he podido comprobar a posteriori, existen y existieron otros linajes llamados idénticamente.
Comencemos por Albacete, más exactamente en Vianos, pues allí apareció en una panera una niña el día 19 de abril de 1794. La bautizaron el día 8 de mayo y le pusieron por nombre María de la Resurrección.
Ese año, y según la calculadora de pascua, se celebraba el domingo de resurrección el día 20, al día siguiente a encontrarla.
La vida de María está muy bien documentada gracias al Archivo Diocesano de Albacete, pues con él se ha podido desarrollar su vida.
Se casó con Celestino Sáez, nacido el 8 de abril de 1786 en Cotillas, también en Albacete, y con él tuvo cuatro hijos: Juana, Francisco, José y Jesús Antonio. Pero pronto enviudó, el 24 de abril de 1835.
Se casó de nuevo con Juan Díaz, el 28 de julio del mismo año, apenas tres meses después de fallecer su primer marido. Con él no le he encontrado hijos, ni tampoco con su siguiente marido.
Este fue Antonio Bonego, viudo de un anterior matrimonio, el 9 de febrero de 1839.
Fue su marido definitivo, pues María fallecería el 8 de diciembre de 1853 dejando viudo a Antonio.
Los hijos de María heredarían el apellido Resurrección en segundo lugar, haciendo que los nietos ya no lo portasen en las dos primeras posiciones, perdiéndose así el apellido en este linaje.
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- Antonia Victoria Antolina en 1813
- Antonia Andrea Nicolasa Antonila en 1815
Ambas fueron hijas de Santiago de la Resurrección y María del Socorro, teniendo el primero 27 años y la segunda 28 en el momento del bautizo de Victoria.
Pero será por la partida de Andrea que sabemos que falleció, pues en la misma ya se indica que está difunto. Otro dato curioso es que ahora la madre, es más joven, ignorando cual de las dos tiene el dato incorrecto.
Como en el caso anterior, Santiago tuvo dos hijas con el apellido Resurrección, y ambas, en el caso de haber tenido hijos, lo hubieran llevado en segundo lugar, dando pie a su desaparición.
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El siguiente caso no es más que una referencia, pues solamente sabemos de él por el padrón de Girona en 1910.
En él aparece Juan Esteve (¿Estévez?) Resurrección, de 22 años y profesión Soldado. Añade este registro que no sabía ni leer ni escribir, pero que además llevaba viviendo en esta dirección 10 meses, siendo natural de Puzol, en Valencia.
Y es a Valencia a donde iremos en el siguiente caso.
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Allí, y en varios padrones, aparece Manuel de la Resurrección Expósito en Alcira. Este nació en 1857 y era el esposo de Dolores Monzoriz Juan.
Con ella tuvo cuatro hijos, o al menos son los que convivían con ellos: Dolores, Manuel, Salvador y Francisco, siendo sus años de nacimiento 1897, 1898, 1902 y 1904.
En esta última imagen tenemos el registro de 1920, aunque aparecen en varios de años anteriores, incluso cuando solamente tenían a Dolores y a Manuel.
Es de Manuel de la Resurrección Expósito de quien descienden la mayoría de los Resurrección residentes en la Comunidad Valenciana. No obstante, es difícil conocerlos a todos y determinar si hubo más linajes, como por ejemplo el de Juan Esteve, del que no conozco más referencias.
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