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viernes, 5 de abril de 2019

128 apellidos salmantinos

Que como veremos no es así, pues en alguna rama tengo antepasados desconocidos. En algunos varones se puede intuir el apellido por los hijos, en cambio en otros, como por ejemplo los padres de Benito de la Resurrección, son totalmente incógnitos, siendo este el primero en llevar este apellido.

Se trata de un ejercicio de multiplicación en el que partiendo de los ocho bisabuelos escalamos por el árbol hasta sus ocho bisabuelos, es decir, a los pentabuelos.


Comencemos por mi bisabuelo paterno-paterno Frutos:


En este primer caso desconozco a sus bisabuelos maternos, no en cambio a los abuelos de los que tengo referencia por su partida de bautismo. Esta es una de esas ramas del árbol en la que podemos intuir el apellido de dos de ellos, Morán y Santos, desconociendo el de sus mujeres.

Estos son:

  • Manchado, Sánchez, Rubio, Martín, Morán, Desconocido, Santos y Desconocido.

Pero es que además, a estos 8 se le podrían añadir los maternos, haciendo que los siguientes sean:

  • Diosdado, Tello, Aparicio, Trigo, Desconocido, Desconocido, Desconocido y Desconocido.

Si eliminamos a los desconocidos, tenemos un total de 10 apellidos, además, siendo todos únicos.

A por mi bisabuela paterna-paterna Gabriela:

Aquí los tenemos todos, es decir, 16 apellidos:

  • Rodríguez, Roldán, Vegas, Aparicio, Gil, Romero, Rodríguez y Vallejo.
  • Vegas, Díaz, Tello, Serradilla, Encinas, Martín, Santos y Elvira. 

Vamos ahora a por mi bisabuelo paterno-materno Miguel:

Este es un caso un tanto especial, pues su abuelo Benito procedía del hospicio de Ciudad Rodrigo y los padres, y por tanto sus apellidos, son totalmente desconocidos. Para la cuenta tomaremos Resurrección una sola vez a pesar de no ser el que llevaba su bisabuelo.

Por otro lado, el resto de abuelos proceden todos de Casares de las Hurdes, en Cáceres, y para acceder a los registros de sus bautismos hemos de desplazarnos a Cáceres para acceder presencialmente al Archivo Diocesano de Coria-Cáceres.

Por lo tanto, de esta rama del árbol se pueden extraer:

  • Resurrección, Roncero, Rubio y Roncero.

Solamente es una cuarta parte de los que debieran...

Pero sigamos con Gumersinda, mi bisabuela paterna-materna:

Aquí vuelve a ocurrir algo parecido, pues Gumersinda Cristina, aunque también procede del hospicio, disponemos de su partida bautismal y con ella los datos de su madre y sus abuelos, no los de su padre, pues era incógnito.
  • Moro, Ascensión, Martín y Pacheco.
  • Plaza, Casado, Ramajo y Martín.

Vemos que son 8, justo la mitad del total.

Ahora le toca salir a Primtivo, mi bisabuelo materno-paterno:

De él, mejor dicho, de sus 8 bisabuelos podremos obtener todos los apellidos:
  • González, Mangas, Hernández, Grande, Ballesteros, Martín, Caño y Lucas.
  • Cerezo, Gallego, Hernández, Muñoz, Lucas, Velasco, Perancho y González.

No lo puedo confirmar aún, pero ambos Lucas pueden provenir del mismo origen, ya que ambos se dan en la misma localidad de Serradilla del Arroyo.

Nótese también que el portugués más cercano que tengo es mi pentabuelo José Hernández Hernández, desconociendo si sus apellidos son españolización de Hernandes o por el contrario tenía ascendentes castellanos.

Es el turno de mi bisabuela María, la materna-paterna:
De ella y de sus bisabuelos se pueden extraer:

  • Gorjón, Marcos, Viúdez, Sánchez-Boada, Estévez, Hernández Herrero y Gómez.
  • Mayoral, Martín, Medina, Diego, Guzmán, Román, Martín y Bernal.

Tenemos los 16. Vamos ahora con Baltasar, bisabuelo materno-materno:


De este también podremos obtener todos los apellidos:

  • González, Casado, Vicente, Rodríguez, Plaza, González, Hernández y Sánchez.
  • González, Rodríguez, Correa, Hernández, Barbero, Ramajo, Fernández y González.

González es hasta ahora es el apellido más repetido en una de las ramas, en esta caso son 4.

Ya para finalizar queda Tomasa, bisabuela materna-materna:

De ella obtenemos todos estos apellidos:

  • Rivero, Plaza, Andrea, Zamarreño, Rodríguez, González, Zamarreño y Santos.
  • Cabrero, Sánchez, Benito, Arroyo, López, Zamarreño, Agudo y Pérez.

Pero ahora viene lo mejor... vamos a echar mano de una hoja de cálculo y representar aquí los datos mediante una tabla:

Apellido Cantidad Porcentaje
Desconocido 26 20,31%
González 7 5,47%
Martín 7 5,47%
Hernández 5 3,91%
Rodríguez 5 3,91%
Plaza 3 2,34%
Sánchez 3 2,34%
Santos 3 2,34%
Zamarreño 3 2,34%
Aparicio 2 1,56%
Casado 2 1,56%
Lucas 2 1,56%
Ramajo 2 1,56%
Roncero 2 1,56%
Rubio 2 1,56%
Tello 2 1,56%
Vegas 2 1,56%
Agudo 1 0,78%
Andrea 1 0,78%
Arroyo 1 0,78%
Ascensión 1 0,78%
Ballesteros 1 0,78%
Barbero 1 0,78%
Benito 1 0,78%
Bernal 1 0,78%
Cabrero 1 0,78%
Caño 1 0,78%
Cerezo 1 0,78%
Correa 1 0,78%
Díaz 1 0,78%
Diego 1 0,78%
Diosdado 1 0,78%
Elvira 1 0,78%
Encinas 1 0,78%
Estévez 1 0,78%
Fernández 1 0,78%
Gallego 1 0,78%
Gil 1 0,78%
Gómez 1 0,78%
Gorjón 1 0,78%
Grande 1 0,78%
Guzmán 1 0,78%
Herrero 1 0,78%
López 1 0,78%
Manchado 1 0,78%
Mangas 1 0,78%
Marcos 1 0,78%
Mayoral 1 0,78%
Medina 1 0,78%
Morán 1 0,78%
Moro 1 0,78%
Muñoz 1 0,78%
Pacheco 1 0,78%
Perancho 1 0,78%
Pérez 1 0,78%
Resurrección 1 0,78%
Rivero 1 0,78%
Roldán 1 0,78%
Román 1 0,78%
Romero 1 0,78%
Sánchez-Boada 1 0,78%
Serradilla 1 0,78%
Trigo 1 0,78%
Vallejo 1 0,78%
Velasco 1 0,78%
Vicente 1 0,78%
Viúdez 1 0,78%
Claramente puede verse que la fila dedicada a los apellidos desconocidos (26) es mucho más amplia que las siguientes, ocupadas por González (7) y Martín (7).

Al final de la tabla, y en sus 50 últimas filas, tenemos apellidos únicos, algunos tan cercanos como Manchado, el primero, y otros tan alejados como Medina.

Vamos a verlo ahora en un gráfico:



En resumen: Contando 6 generaciones hacia atrás, mi origen es un 20,31% desconocido.

Y por cierto, no son 128, son 102 en total y 67 únicos.




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